Receta paso a paso
Primero cocemos las placas de canelones en una tartera con abundante agua, un poco de sal, un chorrito de aceite de oliva y un diente de ajo. Dejamos cocer entre 10 y 12 minutos y una vez que estén cocidas, echamos agua fría para que refresquen y escurrimos. Las colocamos sobre un paño.
A continuación, preparamos la bechamel:
Vertemos un chorrito de aceite de oliva en un cazo, añadimos la harina (mejor tamizada para que no tenga grumos) y lo removemos con una cuchara de madera. Añadimos la leche poco a poco sin dejar de remover. Condimentamos con un poco de sal y la nuez moscada. Removemos a fuego lento hasta que quede fina. Reservar.
Cortamos el atún en dados pequeños y lo salteamos en una sartén con un poco de aceite de oliva. Añadimos un poco de sal y las espinacas, que ya habremos lavado y picado. Lo ponemos en un bol, añadiendo parte de la bechamel y todo el queso fresco cortado en dados. Lo mezclamos todo bien y dejamos que enfríe. Cuando esté templado, colocamos un poco del relleno en cada lámina de canelón. Los vamos cerrando con cuidado y los ponemos en una fuente para el horno.
Una vez que estén todos los canelones rellenos, le ponemos el resto de bechamel por encima y el queso rallado. Lo gratinamos durante unos 5 minutos y servimos.