Receta paso a paso
Lo primero que vamos a hacer es poner a mano todo lo que vayamos a necesitar para esta sencilla y sabrosa receta.
A continuación procedemos a lavar las almejas. Para los que tengan menos experiencia, como es mi caso, agradecerán la siguiente explicación:
Para lavarlas las limpiamos por fuera poniéndolas bajo el grifo con un buen chorro en un escurridor.
Luego hay que hacer que echen la tierra para lo que las introducimos en un bol con agua y sal y dejamos una hora.
Después cambiamos ese agua por agua sin sal y dejamos al menos media hora que terminen de limpiarse, que a nadie le gusta el “”crack, crack”” al comerlas.
Esto lo apartamos para dentro de un rato.
Cogemos una sartén , echamos un chorrito de aceite (unas 2 ó 3 cucharadas soperas) y vamos pelando y laminando el ajo y picando el perejil y la guindilla (si decides usarla) mientras se calienta.
Cuando el aceite esté caliente , vamos a hacer el sofrito echando los ajos, el perejil y la guindilla (ésta última la vamos a retirar cuando esté el sofrito hecho).
Lo tenemos a fuego bajo , moviéndolo, hasta que empiecen a dorarse los ajos.
Ese será el momento de añadirle la cucharada grande de harina.
Seguimos moviendo y con el fuego bajo.
Cuando esté bien mezclado , vamos a echar el vaso de vino blanco, a seguir removiendo y a subir el fuego hasta que empiece a hervir.
Entonces se añaden las almejas.
Si creéis que hay poco caldo, es el momento de arreglarlo sencillamente añadiendo un poco de agua.
Vamos a ir viendo como las almejas se van a ir abriendo y ya podemos ir disfrutando de su aroma.
Si a alguno os apetece echar el pimentón (dulce, picante o mezclado, como veáis), éste sería el momento.
Cuando estén abiertas las almejas, emplatamos al gusto.
1 comentario. Dejar nuevo
[…] Otro estilo de hacer las almejas, puedes encontrar la receta aquí en nuestro blog […]