Cuando los langostinos estén descongelados los pelamos, quedándonos solamente las colas. Envolvemos cada uno con una loncha de bacon y colocamos en un pincho de brochetas dos langostinos procurando que el bacon quede bien sujeto.
A continuación ponemos medio vaso de aceite de oliva en el vaso de la batidora, añadimos el cebollino picado , un poco de sal y esencia de vainilla al gusto. Trituramos con la batidora hasta emulsionar y reservamos.
Cortamos el bacon que reservamos en tiras finas y lo tostamos en una sartén sin engrasar hasta que esté crujiente. Lavamos los canónigos y los escurrimos bien. Momentos antes de servir el plato, hacemos las brochetas a la plancha añadiendo sólo unas gotas de aceite ya que la grasa del bacon será la que proporcione gran parte de sabor y el bacon quedará crujiente.
Colocamos en el plato tres brochetas para cada comensal, acompañado con un puñadito de canónigos y regamos el conjunto con el aceite aromático de cebollino y vainilla.